Hola!! ¿Cómo están? Si, lo se soy una caradura por no aparecer, les paso a contar por mi desaparición tan repentina, estoy sin computadora hace ya más de un mes, por lo cual uso la de mi hermana, la cual este tiempo no me la ha prestado debido a los trabajos que ha tenido que realizar, ahora se fue de fiesta y aproveche y subí, este es el ultimo capitulo que tenía en la compu escrito, así que me pasare toda la noche pasando lo que tengo en el cuaderno, una vez más les pido mil disculpas...
PASAPORTE+CÁMARA DE FOTOS+EQUIPAJE+COMENTARIOS= FRANCIA... DIGO MÁS CAPÍTULOS.
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Capitulo 10: “Un
cuento chino.”
[Peter POV]
El sol quemaba mi cabeza, mis pies me dolían, mi panza
rugía…
-¿Cuánto falta?-pregunté ya cansado, estábamos caminando por
la muralla China hace una hora y media, además que nos levantaron temprano…
demasiado temprano.
-Vuelves a preguntar y te tiro por acá.-me amenazó Hugo
señalando hacia el vacío que se apreciaba desde ambos lados de nuestro panorama.
-En serio, tengo hambre… ¡Quiero comer!-protesté por enésima
vez.
-Dale Pitt, ya falta poco.-me dijo Lali de lo más campante.
-Si tú me lo dices, no tengo drama en seguir…- contesté
haciéndome el galante, para mi frustración Lali sólo puso los ojos en blanco.
-¡Che, me agarro hambrina!-exclamó Pablo. Yo sonreí
triunfante. Al fin - Vamos,
graben lo ultimo de la muralla y nos vamos.
Nos encontrábamos en plena muralla china, con el sol
pegándonos de lleno, éramos unos de los pocos valientes que quedaban alrededor
para poder hacer todo el tour.
Habíamos sido unos de los primeros en llegar y por lo visto seríamos de los
últimos en salir y todo para que pudiéramos tener documentada toda la cosa,
según Pablo es común que en los equipos de producción solo se grabe en una
parte de la muralla y listo, así que seríamos los primeros en cuanto a los
programas turísticos en mostrar el recorrido “completo”. Me pregunto si incluirán los bloopers…
-Bueno, Mushu cuéntale a la cámara lo que sabes.- dije
tomando a la mascota de Lali por el pellejo y lanzándolo para un primerísimo
primer plano contra la cámara, de más esta decir que ni al perro ni al cámara
man les gustó mi chiste.
-Le vuelves a decir Mushu y mueres Pedro, mueres.-me amenazo
su dueña. Al parecer a Lali tampoco le
gustó mi broma… ¿Dónde quedó el espíritu?
-Bueno, bueno chicos sigamos que si no más tardamos con
esto- exigió Pablo-. Una vez más…
Juro que si
seguimos así ya me matriculo en turismo e historia… Jamás recordaba
haber tenido que hacer tantas tomas de la misma escena. Pablo le dio la orden a
los cámaras de que comenzaran a filmar, de nuevo.
-Bueno, como ya habíamos dicho la gran muralla se extiende
desde el mar Bohai, al este, hasta el desierto de Gobi que queda hacia el
oeste.-le habló a la cámara, transformando casi de manera inmediata su ceño
fruncido después de mi broma a Tutankagón, lo que me dejó pensando que Lali en
serio es una de las mejores actrices de nuestra generación.
-Ésta atracción turística, considerada una de las maravillas
mundiales, fue construida en el siglo III a.C. por Qinshi Huangdi quien fue el
primer emperador de la dinastía Qin. Con el tiempo y porque su función era
proteger a las dinastías de los invasores, la muralla comenzó a desgastarse, y
a tener uno que otro daño. Así el muro fue reparado y reconstruido por numerosas
dinastías.-seguí yo.
¡Rayos, tengo hambre! Mi panza rugió, lo que provocó
que el chucho loco ladrara como si se tratara de un Uno que intentaba invadir
China.
-La estructura de la Gran Muralla, como ven, es imponente.
Miles de obreros la levantaron con tierra, piedra, madera y cerámica. Aunque
las dimensiones varían en los distintos tramos, la altura media de los muros
alcanza los 7 u 8 metros, mientras que el grueso es de 6,5 metros en la base y
se estrecha hasta los 5,8 metros en la cumbre.- finalizó Lali, mientras movía
los brazos de manera algo exagerada para demostrar lo que ella decía.
Las cámaras se apagaron por fin con la última toma en la
Gran Muralla China, y Pablo dio la orden para ir a llenar nuestros estómagos.
¡Aleluya!
-Vamos al mercado, ahí venden la comida más fresca.-propuso
Hernán con una sonrisa un tanto sospechosa.
-¿Y cómo sabes eso?- inquirió Adrián, mientras subíamos a un
taxi.
-Lo leí en el folleto que nos trajo Hugo.-se excusó.
-Es verdad, ahí venden
la comida más fresca…-afirmó Hugo, quien pronto comenzó a leer un libro, justo
después de decirle la dirección al taxista.
El viaje fue bastante larguito y mi panza rugía cada vez más,
haciendo que Firulais le ladrara sin sentido hacia mi estomago vació.
-Le tiene miedo.-comentó Mariana divertida a la quinta vez
que su mascota ladro.
-Tengo hambre.-me queje por decima octava vez.
-Ya, ya llegamos.-anunció Hugo contento. Los cinco bajamos
del taxi, automáticamente varios chinos miraron de reojo a Firulais, algo que
nos pareció sumamente extraño.- Lali mete a Firu en tu bolso.- Mariana obedeció
extrañada.
Pablo dio la orden para que los cámaras empezaran a filmar,
el por su parte se puso a ver un mapa.
-¿Qué es lo que pasa Hugo?-le pregunte por mi ex, Hugo movió
la cabeza señalando a unos puestitos donde se vende carne… de perro.
-No entiendo que corno pasa.-se quejó Lali, yo le tape los
ojos.- ¿¡Qué haces Pedro!? ¡Déjame ver!
-No, no te lo recomiendo.-le respondí.
-Hay, como si nunca hubiese visto carne.-me respondió
mientras se destapaba los ojos.
-Yo te avise.-le dije sacándome de cualquier culpa.
-¿Ves?, no me pasa nada por ver ca… ¿Esto es carne de
perro?-pregunto abriendo los ojos como platos Hugo asintió, Lali se llevó una
mano al pecho para luego agarrar entre sus brazos al bolso en donde llevaba a
Firu.
Seguimos caminando en silencio, seguimos pasando por los
puestos y mediante íbamos caminando en rostro de Mariana se iba volviendo cada
vez más pálido. Pasamos por unos puestos donde se podía ver como mataban peces,
en uno me sorprendió ver como mataban a serpientes… las ganas de comer se me
estaban yendo de a poco.
-Che, no… no me siento bien.-susurró Mariana mientras miraba
a ambos lados, yo la agarré de la cintura, realmente temía que se fuera a
desvanecer en ese instante.
-No, pasa nada… piensa que… es lo que vas a comer dentro de
poco.-dijo Pablo sin sacarle la vista al planisferio que había abierto hace
unos instantes.
-¿Quieres ir al hotel?-le pregunte a mi ex, compañera de
conducción y “amiga”, ella negó con la cabeza.
-Mmmm… ¿A dónde quieren ir primero: Polonia, Rusia, Alemania
o…?-pregunto Pablo mientras seguíamos caminando.
-Me siento mal…-Lali se seguía quejando.
-¿Alemania, Polonia, Rusia…?-siguió Pablo caminando a par
nuestra.
-A mi me gusta la segunda opción.-respondió Hugo.
-Creo que…- comenzó a jadear Lali de manera un tanto
dramática- creo que voy… voy a vomi…-y si antes de que pudiera terminar, Lali
vació todo el contenido de su estómago sobre el mapa y los zapatos de Pablo.
-¡PUAJ!-exclamaron a la vez Hernán y Adrián, Pablo trago en
seco.
-Yo… yo te mato, estos zapatos son Gucci.-dijo finalmente después de dejar caer el mapa vomitado.
Lali se agarraba el estómago mientras se balanceaba de manera peligrosa hacia el
suelo, por lo que antes de que se desplomara logré sostenerla.
-¿Quieres que vallamos al hotel?-le volví a preguntar, esta
vez asintió con la cabeza.
-Obvio que vamos a volver al hotel, tengo que cambiarme mis
zapatos… mis pobres zapatos.-yo fulmine con la mirada a Pablo.
[Lali POV]
-Es poco decir… que soy quien te cuida como ángel
guardián…-seguía cantando Peter mientras me acariciaba la cabeza.
-Peter…-lo llame por quinta vez, pero el seguía cantando.-
Si te encanta que te cante…
Si encantar me encanta pero no cuando tengo que estómago
revuelto.
…
-¡Peter!-exclamé cuando ya estaba cantando el segundo
estribillo.
-¿Qué, qué pasa? ¿Quieres que llame a la ambulancia?-me
preguntó preocupado mientras se enderezaba en mi cama.
Desde que habíamos llegado al hotel no se había separado de
mi lado…
Algo que agradeces, yo lo sé…
Bueno si, lo agradezco... pero ese no es el punto. La
cuestión es que desde que llegamos no se ha separado de mi lado por “temor a
que me pase algo”…
¡¡Más tierno el boludo!!
-No, no pasa nada… solo que…-asintió para que prosiguiera.-
no cantes… es que me duele la cabeza…-finalice, el asintió para luego poner su
mejilla sobre mi frente, acción que hizo que cerrará mis ojos ante tal cercanía.
-Fiebre no tienes…-comentó segundos después.- pero con todo
lo que devolviste no me parece extraño que te duela la cabeza.- siguió mientras
me volvía a abrazar.
Si no te sintieras mal, diría que estas disfrutando
esto…
-¡Shh!
-Esta bien, ya me callo.- dijo Peter pensando que me dirigía
a él.
Maldito grillo…
JAJAJAJAJA ¡Me muero!
-No, no era para ti… era…-le respondí medio adormilada.- era
para Pepito Grillo…- me acurruqué bien en su pecho.
-Me parece que ahora si tienes fiebre.-eso fue lo último que
escuche salir de la boca de mi ex.
La luz golpeaba de lleno en mi cara, haciendo que abra los
ojos. Un fuerte dolor de cabeza me inundo, el dolor paso a través de mi oído
derecho haciendo que se me tape,
automáticamente me lleve una mano a este.
-¿Estas bien?-me preguntó Peter al sentir que me movía, el
dolor de oído desapareció por arte de magia.
-S… si… creo que… si.- le respondí no tan segura.
-¡PUAJ! Tienes que limpiarte esas orejotas…- sorpresivamente
la voz de Pepito ya no salía de mi cabeza era como si lo tuviera enfrente, con
un poco de recelo miré en dirección a dónde salía la vocecita irritante de mi
conciencia.
Lo que vi casi me dejó helada. Ahí delante mio sobre el
hombro de Peter un grillo feo y verde vestido con una especie de smoking y
galera que sería la envidia de Aníbal Pachano, limpiaba lo que sin dudas era un
pequeño paraguas… sobre… ¿sobre la remera de… Peter…? ¿Un grillo en la remera de Peter?
[i]¿Pepito Grillo?
[/i]
-¡Tengo fiebre! ¡Estoy delirando!-exclamé un poco asustada
por mi salud mental.
-Ni que fuera para tanto... ¿Acaso, nunca has visto a un
grillo?-me preguntó ¿mi conciencia? para mi consternación. ¡El grillo me
estaba hablando!
-Lali… ¿Estás bien?-me pregunto ya un preocupado Peter, yo
lo mire, mire al insecto que estaba sobre su remera, lo volví a mirar.- ¿Qué tanto
miras?- yo tragué en seco.
-Tengo fiebre.- aseguré.
-¡Qué no es fiebre pedazo de bolumetra!-exclamó aquel
espécimen verde.
- No, La. No tenes fiebre.-me dijo Peter mientras ponía una
mano sobre mi frente para verificar lo que había dicho, yo me quedé mirando
fijamente al grillo.- Lo que necesitas
es dormir…-susurró después para abrazarme y acercarme más a él… y al insecto
verde con traje y galera.
-¡Hay, no, no, no!-lo empujé con mis manos y pies para
alejar aquél bicho… no me refiero a Peter, sino al otro bicho.
- Es solo dormir…
-¡Vamos, como si no quisieras seguir dormida abrazada a él!-exclamó
el grillo.
-¡¡TÚ, CALLATE!!-le grité exasperada.
-Esta bien… me callo… ¿Quieres que me valla?-preguntó
confundido Peter, pude ver que en su
ojos que parecía lastimado por mi arranque contra Pepito Grillo, a lo que
rápidamente yo negué con la cabeza un tanto confundida.
-No te hablaba a ti…-le dije en un susurro. Peter me miro
todavía más confundido.
-Pobre chico, al final él va a terminar volviéndose
loco…-grillo de mierda
-Pues… yo no veo a nadie más por acá…-dijo mi ex mirando
para todos lados.- salvo Tutankagón que esta en el quinto sueño.
-Ehh… Pitt, ¿No te enojas si te pido que te vallas?- el negó,
dándome una sonrisa que no le llegó a los ojos, el corazón se me partió en
cachitos- me quiero dar una ducha… y… ordenar un poco mi cabeza.- él asintió.
-Cualquier cosa que necesites, me avisas.-me dijo antes de
ponerse de pie, el grillo saltó a mi cama, yo me alejé atemorizada haciendo que
Peter me mirara con el ceño fruncido.
-Antes de que grites y armes un escandalo me vas a
escuchar.-me advirtió el insecto, después de que la puerta se cerrara tras un
Peter cabizbajo. Mierda, mierda y más mierda.
Firulais se desperezó y al parecer el también podía ver a mi
conciencia con forma, pues no bien terminó de abrir los ojos y estos saltaron
de sus pequeñas órbitas y comenzó a ladrarle furiosamente.
-¡Oh, por las alas del Hada Azul! No sé quién es peor si tú-
me señaló el grillo con su paraguas- o
tu mini vaca- Firulais seguía ladrando- ¡Échate
Clara Bella!- Firulais se sentó, Pepito subió a su cabeza, el perro lo miraba
atento, lo que me hacía temer que en cualquier momento se quedara bizco.
-¿Esto es broma, no?-pregunté un poco mas tranquila.
-No, no lo es… tu cabeza estaba un poco vacía… y necesitaba
salir un poco, ya no alcanza con la ayuda que te daba, necesito actuar.- lo miré sin entender.- Digamos que te voy a
ayudar con Peter, ya sabes un empujoncito por acá y otro por allá…-me guiño un
ojo.
-¡Yo no necesito ayuda! ¡Y no estoy hablando con nadie
porque no existes!-exclamé antes de pararme de la cama con brusquedad, mi
conciencia suspiró, Firulais lo imitó
Al parecer al perro ahora le agradaba el grillo. Genial,
simplemente genial. Ahora solo falta que los chanchos vuelen…
-Mira que he ayudado a gente difícil, pero tú… ¡Tú estás en
el puesto número uno, ni el joven Pinocho me costó tanto trabajo!
-¡Ay, basta! Voy a pedir que me internen en un loquero, con
camisa de fuerza y…
-Esa no sería mala idea… pero no sería tan divertido.
-¡Claro, es divertido ver como le hablo a la nada! ¿No?- ya
me estaba poniendo un poco histérica.
-Escucha, tranquila… no es nada para alarmarse, soy tu amigo
y quieras o no me estas viendo y estas hablando conmigo…
Tomé una larga bocanada de aire, sopesando todos los hechos
que parecían revolver mi ya de por si agitada vida.
-¿Los demás pueden verte?-le pregunté luego de meditar un
rato aquella extraña situación, Pepito negó con la cabeza.
Me senté en mi cama suspirando derrotada.
-Vamos, no es tan malo… no todos tienen un grillo que les
ayude.-insistió mi conciencia.
-No necesito ayuda.
-Si que la necesitas, tienes un corazón muy orgulloso,
¿sabes?
-¿Y tú qué sabes de cómo es mi corazón?
-Soy tu conciencia…
-Da igual, me voy a bañar.
-¡No te olvides de lavar tus orejas, tienes mucha cera!- eso
fue lo último que escuché decir a Pepito antes de pegar un portazo con el baño
y encerrarme en él.
Esto es increíble, yo hablando con un grillo…
[Peter POV]
El restaurante se encontraba en sumo silencio, según Hugo
esto era así porque para los chinos, la hora de la comida era simplemente
sagrada.
Lali se encontraba con la mirada perdida en un punto fijo,
ya desde la mañana estaba actuando raro, Pablo la miraba de reojo con cierto
nerviosismo.
-¡Mariana!-exclamó nuestro director, Lali dio un respingo-
¿Qué te pasa?-preguntó para mi alivio, a veces parecía que Pablo podía leerme
la mente.
-Nada.-respondió para luego volver a fijar su mirada sobre
el mantel, mientras sonreía divertida.
Esto es demasiado raro…
-¿Qué van a pedir?-preguntó Hernán para cambiar un poco el
ambiente.
-Arroz, solo arroz-respondió Lali rápidamente-. Después de
lo que vi en el mercado, he decidido hacer algo al respecto…-los cinco la miramos
atentamente, seguro salía con alguna de sus ocurrencias locas de último momento-.
Me voy a volver vegetariana- puntualizó con una convicción casi creíble, ante
esta declaración de mi ex comencé a reírme ruidosamente haciendo que los chinos
presentes nos miraran con desaprobación.
-¿Vegetariana?-le pregunté totalmente divertido.- ¿Piensas
renunciar al asado de tu papá, a las milanesas de tu mamá y a las hamburguesas
de McDonald’s? – añadí a sabiendas que esas eran las comidas favoritas de ella,
nunca podía resistirse al choripán de su papá o a las milas con fritas de su
mamá.
-S… si, ya lo decidí, y no hay vuelta atrás…- respondió intentando,
sin duda, sonar segura.
-Te apuesto a que no aguantas más de dos países con esta
decisión…-le dije un tanto despreocupado; mientras Adrián, cámara en mano,
comenzaba a filmar, ya para estas alturas era normal que cuando salieran a
flote estos tipos de charlas las cámaras se enciendan.
-Acepto la apuesta.-respondió con firmeza.
-Yo le apuesto a dos semanas-añadió Pablo divertido a lo que
Hugo rio por lo bajo.
-Si así vamos, yo solo le doy mitad del día…
-Si nosotros ganamos, Lali hace lo que nosotros queramos-
Mariana tragó en seco, ya no se veía tan segura de sí misma-. Y si ella gana hacemos lo que quiera.- expliqué, la mesa
entera asintió apoyando aquella decisión.
-Me encantan las apuestas- aplaudió Hugo dando brinquitos en
la silla.
El mesero se acercó para pedir nuestra orden: Arroz para
Lali y nosotros pedimos un platillo de pulpo con no sé qué más, según Hugo
nuestra comida sería demasiado fresca y jugosa. Lo que sea, pero que traigan
comida. Mis tripas ya se escuchan hasta Hong Kong.
La comida llego después de unos minutos, a Lali le sirvieron
su tazón lleno de arroz blanco, y algo dentro mío tenía la leve sospecha que
después de esto Mariana rezaría por ir al baño.
En el centro de la mesa, el mesero puso el plato que comeríamos
entre los cinco junto con varias salsas y jugos para condimentar la comida, era
un tazón grande, bastante grande, contenía arroz con algunas verduras verdes, y
como si fuera la frutilla o la cereza de un postre, un pulpo de color blanco
con los tentáculos abiertos reposaba sobre todo lo demás, miré con un poco de
desagrado a aquél bicho feo, y con envidia observé la comida de mi compañera de
conducción.
Los seis miramos fijo aquel platillo.
-Pablo…-susurró Lali.
-¿Qué?-preguntó nuestro director de la misma manera mientras
ponía su mejor cara de asco.
-Me guiño un ojo…
-¿Quién?-pregunté un poquito celoso.
-El pulpo…-me respondió Lali, mirando con recelo al animal
marino que teníamos en frente.
-¡Ay, Mariana, basta de boludeces!-exclamó Hugo mientras
agarraba lo que yo creía que era la salsa de soja para condimentar nuestro
alimento.
Tal vez Lali no estaba diciendo cualquier boludez, pues
puedo jurar que vi que el pulpo efectivamente parpadeaba. Hugo dejó caer la
salsa encima del molusco y la reacción fue inmediata: mi comida comenzó a mover sus tentáculos tratando de salir del
tazón; acto que hizo que Mariana
escupiera el arroz que, sorpresivamente, tenía en la boca para comenzar a
gritar histéricamente. Y una vez más el blanco del escupitajo de Lali había
sido Pablo.
Los presentes nos miraban mal… muy mal.
-¿Tenes algo en contra mio, no? ¿Es eso?-preguntó Pablo
mientras se limpiaba arroz de los ojos,
producto de la escupida de Lali, quien miraba con terror al molusco.
-Ehhh… creo que también voy a comer arroz.-dije después de
ver como Hugo metía otra vez al pulpo en el tazón.
Una vez que Pablo fijo su vista en nuestro plato tragó en
seco, podía ver como su cara había adquirido un leve tono verdoso.
-Yo me sumo-me secundó Pablo-. Nunca más vuelves a pedir
mi comida, ¿escuchaste?-le dijo amenazadoramente a Hugo, quien río con
malasia.
-Para, para, antes que te comas al pulpo…-frené a Hugo quien
estaba dispuesto a cortar el primer tentáculo.- ¿Y si es adivino como el pulpo
Paul?-pregunte automáticamente Hugo empezó a reír.
-¡Ay, pero que cosas dices! No seas sonso…-me dijo mientras
golpeaba “finamente” mi mano derecha que estaba por agarrar al molusco-. Deja
eso ahí, quiero comer.
Finalmente yo me quede con la duda que si era un pulpo
adivino o no, pues este terminó en los
estómagos de Hernán, Adrián -quien casi vomita al probar el primer tentáculo pues
se le pego a la lengua-, y finalmente Hugo quien lo comió sin problema alguno,
para la sorpresa y asco de Mariana, Pablo y mía.
Al salir del restaurante fuimos a tomar un taxi para
dirigirnos al zoológico, pero como siempre surgió un pequeño inconveniente: teníamos que
dividirnos, el taxista no aceptaba a más de tres pasajeros por auto. Así que
optamos por dividirnos en dos grupos: Pablo, Hugo, Firulais (a quien Hugo había
reclamado de los brazos de Lali) y Adrián irían en uno y en otro iríamos Lali,
Hernán y yo. Hugo le dio la dirección a nuestro taxista y partimos tras ellos.
El tránsito en China realmente era peor que en Buenos Aires,
no se movían las ruedas ni de por casualidad. Hacía un buen rato que estábamos
parados, el auto de nuestros compañeros
iba adelante, aunque pronto pude ver cómo aquél auto doblaba a la izquierda en
una de las calles, mientras veía como las orejas de Firulais, a través del
vidrio, se hacían cada vez más pequeñas, mientras el auto se alejaba.
-¿Qué está haciendo este tipo?-preguntó Hernán al notar lo
mismo que yo. Nuestro taxi no había doblado.
-Qué se yo, capaz y está tomando un atajo.-le respondí no
muy seguro.
-¿Y si nos intenta secuestrar?-preguntó Lali sumándose a la
charla que se estaba dando en susurros- O peor aún, ¿y si intentan secuestrar a
los otros? ¡Pobre Firu, mi bebé! No tenía que habérselo dado a Hugo, mi chiquito…-ya
empezaba a lamentarse.
-¿Alguno que sepa chino?-pregunte, los dos presentes negaron
con la cabeza.- ¿Inglés?- tomé como segunda opción ese idioma, ya que era ley
que todos debían saber inglés, ¿cierto?
-Yo algo sé, lo aprobé con siete en la secundaria…-respondió
Hernán, que aún no sonaba muy convencido de que pudiera ayudarnos a lo que Lali
lo animó a preguntar.
-Excuse me, sir. Do you speak in english?- preguntó Hernán en un inglés bastante bueno.
El chino lo miró peor que esos memes de Jakie Chan con cara
de “WTF”.
¡Genial, genial, genial! El chino no entiende un
carancho.
El recorrido siguió y cada vez parecía que estábamos más
lejos de la cuidad, el paisaje ya se basaba en campos y casitas de pocos
recursos. Las calles se veían sucias y con lodo por doquier, había nenes
jugando en ellas.
-No creo que quede por acá el zoológico-susurró Lali.
-Y yo menos…-le dije de igual forma, Hernán prendió la
cámara, por lo menos si moríamos iba a quedar documentado.
El taxista se frenó para preguntarle algo a un ciudadano que
pasaba por aquél campo, le dio algunas indicaciones y el trayecto siguió. Seguramente está preguntando dónde van a
dejar nuestros restos después de comernos vivos como al hermano del Pulpo Paul.
Después de dar un par de vueltas, el automóvil se detuvo frente a un edificio
de condiciones precarias, pude sentir como Hernán tragaba en seco. El edificio
no tenía lindo aspecto, incluso parecía abandonado, las paredes destartaladas
pedían a gritos una capa nueva de pintura y algunas de las ventanas estaban
rotas o tenían las persianas balanceándose peligrosamente, como a punto de
caerse en pedazos. Tragué en seco, parecía de esas escenas sacadas de las
películas de miedo donde el tipo malo lleva a la chica a la casa abandonada
para matarla. Sin duda, estábamos fritos.
El conductor abandonó el automóvil y dio la vuelta para
abrir la puerta de Hernán. Lali se puso a rezar un padre nuestro en voz baja. Mis
manos comenzaron a temblar y un sudor frío me recorrió el cuerpo, provocando
miles de escalofríos.
-No, les halé nada- dijo para gran sorpresa de los
tres el chinito, Hijo de mil, sabía hablar español-. Esto no sel zoológico como ustedes velán-siguió hablando,
nosotros asentimos confundidos-. Esto sel olfanato…
Tragué en seco. Siempre
Chiquititaaaaas…
[Pablo POV]
¿Dónde corno se metieron estos chicos?
-No, Hernán no me contesta-dijo Adrián mirando su celular
con el ceño fruncido.
-Lali tampoco, y ella siempre tiene el Blackberry encendido,
es como su apéndice nunca lo suelta-dijo Hugo.
-Y el boludo de Peter no tenía batería-informé yo- ¡Genial,
se perdieron! Tenemos que seguir nosotros con el programa. Adrián prendé la
cámara, Hugo haces de Lali y yo hago de Peter… como conductores nada más-le
aclaré al ver cierto brillo raro en sus ojos.
Entramos al zoológico con una guía turística bastante linda,
tenía un parecido asombroso a la caricatura de Mulán. Me pregunto si acá
encontraré a Mushu…
El recorrido fue bastante corto, ya que fuimos a las
principales atracciones, una de ellas fue la exposición de los osos panda,
puedo jurar que el perro pulgoso de Mariana se había enamorado, pues este no
dejaba de suspirar mirando fijo a uno de estos animales.
-Los osos panda son nativos de China, son una especie en
peligro de extinción, por ese motivo el gobierno chino se propuso proteger esta
raza cueste lo que cueste. En los zoológicos del resto del mundo encontraran a
algunos individuos de esta especie, esto se da a través de un contrato que
firmará el zoológico que quiera obtener al animal con nuestro gobierno.-
explicó la guía, sorpresivamente, en un español bastante fluido. ¡Gracias
Dios! Porque si ésta hablaba en ingles, estaba al hornete mal-, garantizando
su bien estar por menos de dos años, que es el limite de cada contrato y el oso
regresa a nuestro país- añadió.
El recorrido siguió, visitamos el Aquarium [/i] el cual era, en palabras de Hugo “in-cre-íble”
(¿ya dije que imita perfecto a Mariana?), ya que la pecera era del tamaño de
una pared entera, el pulgoso se puso a ladrar a los pececitos, haciendo que Hugo tuviera que salir con el
chuco en brazos ya que según esto estresaba a los peces. Si, claro, el que
está estresado es otro, ¡No Nemo! Luego de ahí visitamos la zona de los
leones en unos camioncitos, lo que resultó que fuera bastante divertido este
paseo pues nos toco ver cómo les daban de comer, una vaca entera, viva, para
cinco leones que parecían muertos de hambre por la forma en la que de manera
famélica se lanzaron contra la pobre vaca, por un momento contemplé en echar a
Firulais de la misma forma, solo por revancha a que Mariana nos hubiera dejado
plantados, pero me contuve en cuanto el chucho posó sus enormes ojos en mí y me
movió esa colita enroscada de chancho que tiene. ¿Les dije que este perro es un
amor?
-Esto es muy cruel.- comentó Hugo mientras se abrazaba más a
la pequeña mascota de Lali, mismo que parecía un peluche apachurrado.
-No es para tanto-respondí mientras veía como devoraban a la
vaca, y como la pobre sufría.
[Lali POV]
Sen-sei Liang Li, el taxista, nos mostró el recorrido de
aquél horrendo edificio mientras nos contaba un poco acerca de su vida. Él
había sido abandonado por sus padres, ya que había el segundo hijo que tuvieron
y por la ley eso estaba penado con lo que nos contó acerca de la ley de la taza
de natalidad que tenía el país.
China padece de sobre población y es por eso que no se le
permite a los matrimonios tener más de un hijo, normalmente en las familias se
prefiere a los varones que a las mujeres, ya que el sexo masculino tiene más
valor para la cuidad que el sexo femenino, esto lo pude verificar mientras
recorríamos las húmedas habitaciones de olor fétido, había demasiadas niñas
todas pequeñas, no pasaban de los diez años.
-Esto es horrible- susurré. Peter me abrazó por la cintura.
Hernán a pedido de Liang filmaba cada rincón de ese horrible
lugar. Liang conocía nuestras caras y nombres ya que durante mucho tiempo vivió
en Argentina para poder resguardar a sus tres pequeños hijos, pero por
cuestiones económicas tuvo que volverse.
-¿Quién se hace cargo de estos chicos?-preguntó Peter.
-El gobielno es el encalgado de ponel una pelsona al mando, y de mandal comida… es muy poco lo que
mandan, a veces no alcanza pala que todos coman- siguió explicando Ling.
-¿Y si una mujer queda embarazada por segunda vez? No la
hacen abortar, ¿no?-pregunté, pues algo me decía que las cosas eran así.
-De hecho, las obligan a hacel eso… por más que el
embalazo sea…-pensó la palabra- ¿avanzado?
-¿Por qué los orfanatos quedan tan lejos y escondidos de la
cuidad?-preguntó Pitt, mientras tomaba en brazos a una pequeña niña que lloraba
desconsoladamente.
-Los olfanatos quitan plestigio, es mal visto…-explicó
Liang mientras nos dirigíamos a una habitación que emanaba un olor desagradable
y el llanto de docenas de bebes.
-¿Tú eres el encargado de cuidarles?- pregunte,
mientras Peter me pasaba a la pequeña
quien había parado de llorar para tomar a uno de los bebes
-Está mojado- dijo en cuanto lo tomó en brazos.
-Son muy pocos los pañales que lecibimos, además
mojan con leche- respondió Liang- Yo hacel lo que puedo, yo de chico pasala muy mal acá.
-Quédate tranquilo que a estos pequeños no les hará falta nada-le aseguré viendo como mi ex
trataba de calmar el llanto inconsolable de aquél pequeño ser que seguía
sosteniendo en brazos.
Pepito, quien nos había estado siguiendo en silencio, saltó
a una de las cunas y empezó a hacerle caras a las dos pequeñas que
compartían el lugar, las bebas
automáticamente comenzaron a reír, yo sonreí mientras que Liang, Peter y Hernán
veían asombrados a esas dos criaturas riendo.
-¿Donaciones aceptan?-preguntó Peter.
-Si, solo como donación, el gobielno no permite que
nadie sostenga al olfanato, pelo si es como donación, si-
nosotros asentimos, estábamos dispuestos a ayudar y a buscar ayuda.
Jajajaj,pobre lali,jajaj@no paró de reirme,lástima q lo del orfanato me dejó como medio mal,eso el capi me encanta,jejej,menos mal que seguía entrando y me fijaba,ya te daba por finalizada,me encanta q hayas vuelto,no desaparezcan más,jajajaj,seguila,masmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmas,besos
ResponderEliminarNo vuelvas a desaparecer tanto, me encanto las conversaciones pepito-Lali y estoy deacuerdo Lali necesita una ayudadita con Peter porque sino podemos estar así hasta el año que viene , me encanto el capítulo lo único que me dejo un poco mal fue lo del orfanato
ResponderEliminarComo a las demás el tema orfanato ,me dejó KO.
ResponderEliminarMUY BUENA MASSSSSSSS
ResponderEliminarRecién me ltu nove y no sabes todo lo que me has hecho reír, por favor cuando subas más capis avísame por tw.
ResponderEliminar@masi_ruth
mori de risa ya se hizo visible pepito! lo mas, pobre los chicos que bueno que lali y peter ayuden, y yo crei que el señor si los iba a secuestra jeje sube cuando quieras besos
ResponderEliminarATT:ALEX
Me encanto me encanto me encantooo , juro que me mata " Pepito el grillo" demasiado grasiosa la noveeee mas nove mas nove mas nove mas noveeeee c:
ResponderEliminarcuando va a haber un nuevo cap?!!!!
ResponderEliminarDesapareciste!!!!!!!!!!!!!!donde estas?????me quiero seguir riendo!!!!!!!seguilaaaaaaaaa,masmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmas.besos!!!
ResponderEliminarPregunta,pensar seguir subiendo??besos
ResponderEliminarno nos puedes dejar asiiii!!! m encanta tu nove, aunk sea terminala, aunke ya luego no subas mas, pero terminala!!
ResponderEliminarya no vas a subir?
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